Estos días asistimos al
bombardeo informativo, a saber: Bárcenas, los discos duros extinguidos del PP; el
exterminio en Egipto, que rápidamente fue sustituido por la gasificación condenable
de la población en Siria; Antes el bombardeo de Israel a Palestina, 4 días
antes de comenzar las negociaciones, que fue sustituido por la actualidad Egipcia;
la posible guerra fratricida en Siria, los nuevos contratos de la Ministra Báñez,
que recortarán beneficios; Gibraltar; etc., etc..
Resulta llamativo que ante
tanta adversidad, no exista difusión en los medios de comunicación (más allá de
un artículo perdido), en relación a la convocatoria a una manifestación por
parte de IU, para el mes de octubre. Es más sorprendente que en las redes
sociales tampoco se trate el tema. Como incluyo el vídeo no dedicaré escritura
a las propuestas concretas, sino a lo que considero esencial del mensaje.
El Estado español (disculpen a
quienes no les agrede la formulación, pero ciertamente es un Estado), al
referirme al Estado, le estoy brindando todas las connotaciones que se le
atribuyen en la Constitución, (que por cierto se me antoja indispensable su
cambio urgente), (este es otro tema, no de menor calado y a la vez no menos prioritario,
a tenor de la apología al franquismo, que asistimos últimamente).
Entonces el Estado español, se
encuentra en una disyuntiva; ya sea por su crecimiento deforme, atado a las
transferencia europeas, que concluyeron en 2008; y o por la pervivencia de un
fuerte sentimiento franquista, en gran parte de su población. Soy consciente
que algunos/as se escandalizarán por esta afirmación, lo verdadero es que éste
pueblo recién está conociendo la democracia Capitalista existente en el Mundo.
Como cualquier acción a emprender, es necesario experimentar, interiorizar
dicho aprendizaje, contrastar opciones, para a posteriori hacer con corrección
la tarea. A tal inexperiencia democrática, atribuyo la facilidad con que la
prensa, consigue descentrar los ejes del debate político en el pueblo. Es decir
los temas subsidiarios, pasan a ser el centro de la preocupación ciudadana, en
lugar de visualizar, que la dificultad troncar del momento, se encuentra en la
aplicación de una política económica y social, cada vez más excluyente.
¿Es correcto que la gente se
alegre de que tales empresas o bancos del IBEX35, ganen X y no se desvele por
los 6 millones de parados?.
¿Es aceptable que suban un 8%
la electricidad, y no se efectúe un apagón generalizado?.
¿Es admisible que por los
recortes, la gente no tenga la adecuada atención sanitaria y los usuarios no se
planten en los Hospitales?.
¿Es tolerable que se condene a
los hijos de los trabajadores, a no ir a la Universidad (para sumirlos en la
precariedad), por las becas y no ocupen las Universidades esos mismos padres?. Así
podría seguir con innumerables medidas que cada día benefician más al que más
tiene.
La democracia no es un fin en sí
mismo, debe ser un instrumento para obtener mejores condiciones de vida. En
definitiva los que hace las clases dominantes, utilizan el marco democrático y
hasta lo sobrepasan, con sus leyes para incrementar su poder económico y político,
por supuesto que ello no necesitan salir a las calles, con algunas reuniones
consiguen prebendas del sistema político. Pero los trabajadores, jubilados,
estudiantes, pequeños y medianos empresarios, productores agrícolas y el resto
de la población no asalariada, deben hacer uso de las pocas prerrogativas democráticas
que tienen, despojándose de miedos y falsos privilegios (que día tras día se
pierden), en definitiva los que cada día serán más excluidos, para rebuscar su
destino.
Si deseamos (por lo menos),
mantener lo conquistado en las luchas de los 70 y 80, la calle nos espera, es
nuestra, es el único sitio común del pueblo, donde se expresan diferentes
individualidades y agrupamientos, con un objetivo común. ¿Cierto que para beber
una cerveza con alguien, no necesitamos ser el espejo uno del otro?, y los
hacemos con agrado. Bueno esto que planteo es mucho más significativo para
nuestra vida que beber una cerveza. Desterrar diferencia secundarias y unirse
en la consecución de metas comunes es la consigna. En la lucha se aprende, modifican
actitudes, se empática, se hallan mas acuerdos que diferencias y se destierran adversos
procederes del movimiento.
Una vez que sepamos abandonar
el discurso simplista de los temas accesorios, nos centremos en los ejes de
cada situación histórica, con seguridad, estaremos ejercitando la democracia y
el trayecto que nos distancia del sistema democrático Capitalista clásico, será
más breve. Atiéndase bien, que solo estoy hablando del sistema Capitalista, que
detesto desde las entrañas de mi cuerpo, pero soy consciente que en España,
dicho Capitalismo aún no ha llegado.
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