miércoles, 28 de octubre de 2009

REFLEXIONANDO DESPUÉS DEL 25 DE OCTUBRE

Luego de la actividad que tuvimos en Barcelona el mismo 25, nos fuimos varios uruguayos a esperar el resultado de las elecciones en el local de la AUC. Disfrutamos de una fiesta en sintonía con la que se estaba desarrollando en Uruguay, con esperanza, alegría y añoranza por no vivir in situ la fiesta de la democracia, posteriormente caras tristes por los resultados electorales, obligaron mi reflexión que consumió buena parte de la madrugada catalana y continuó en la mañana ni bien abiertos los ojos.

Me sentí responsable de colaborar en el análisis de lo ocurrido, a la vez de colocar en el papel mis impresiones, impulsado a no guardar reflexiones sociales, humanas y políticas que necesito compartir. Asumo que pueda no ser del agrado generalizado y las consecuencias de escribir por primera vez en clave política. Al margen de ser presidente e la AUC, entiendo que me asiste el mismo derecho de cualquier persona preocupada por estos temas.

Se pueden tener varias opiniones sobre los 5 años de gobierno del Frente Amplio, lo que nadie puede aseverar es que los gobiernos blancos o colorados han beneficiado al pueblo trabajador. El FA ensayo una política hacia los siempre excluidos, a los que pagamos las crisis y nunca recibimos los beneficios de las buenas épocas. La izquierda asumió el gobierno por primera vez en Uruguay, sin experiencia de gobierno, un país arruinado social y económicamente, con amplios sectores sumergidos en la pobreza, falta de perspectivas en los jóvenes y la sangría permanente de la emigración.

Lo que se ha hecho en solo 5 años (al margen de temas puntuales), fue una verdadera epopeya Artiguista, Plan de emergencia, crecimiento del PBI, aumento de salarios y jubilaciones, incremento de las asignaciones familiares, Sistema Nacional Integrado de Salud, baja sustancial de la desocupación, varios etcéteras y la frutilla de la torta el Plan Ceibal que coloca nuevamente al Uruguay a la cabeza en educación, es el primer país en el Mundo que informatizó por completo la educación primaria y conecto a la red virtual todas las escuelas, esto no hubiese sido posible si ANTEL fuera una empresa privada, esto ha significado dar pasos de gigante hacia el desarrollo.

Por supuesto que falta mucho, que las familias necesitan más recursos para cubrir sus necesidades básicas, que los alimentos son caros, esto no ocurre solo en nuestro país, en moneda corriente en latinoamerica. En medio de la crisis global del sistema, Uruguay puede soportar los embates por haber aplicado una buena política de recursos, guardando y distribuyendo a la vez, desde mi punto de vista se podría haber distribuido mas y priorizado el fortalecimiento de muchas unidades productivas, pero como en todas las cosas de la vida nunca existirá unanimidad en materia política. No obstante ello entiendo que lo realizado en 5 años es mas de lo posible, además de haber sentado las bases de crecimiento, minimizando el Uruguay plaza financiera (acuñado por los partidos tradicionales), para transformarlo en país productivo. Ésta estrategia requiere programación, formación profesional e inversiones, pero fundamentalmente una fuerza política en el gobierno que lo impulse, en el Uruguay esa organización es el Frente Amplio, no existe otra capaz de atender las necesidades del pueblo.

Como manifestaba más arriba muchos compatriotas quedaron decepcionados por los resultados, no voy a esconder mi tristeza inicial, aunque no decepción, por ello cabe analizar los resultados a la luz de la experiencia universal, de lo contrario estaremos estrechando el punto de partida. Entiendo cuando algunos compañeros dicen con lo que ha hecho el frente y no gana en primera vuelta, a la gente no le alcanza nada, etc., etc.

La situación que se dio en 2004 era fuera de lo común, el país inmerso en una crisis estructural, rebaja de salarios y jubilaciones, desempleo, cierre de centros de trabajo, la miseria que día a día ampliaba su radio de acción, los uruguayos optaron por cambiar probando, no todos/as quienes votaron al FA eran frenteamplistas, sabíamos que teníamos votos prestados, así fue que se obtuvo el triunfo en primera vuelta, hay 3 aspectos a tener en cuanta, primero que no se da demasiadas veces en la historia que un partido mantenga más del 50 % del electorado, menos una fuerza de izquierda, por último la innovación en materia fiscal, que supuso en Uruguay la aplicación del impuesto a la renta, lo interesante es la aplicación de franjas para que paguen mayor porcentaje quienes más ganan, este sistema de justicia contributiva no lo tienen muchos países, en general se aplica una tasa fija, por tanto, además de justa es solidaria, como los Uruguayos no somos muy afectos a los cambios esto incidió en el resultado electoral.

Téngase en cuenta que la toma de decisiones siempre lleva consigo un precio político, en democracia y más en Uruguay todos tenemos opiniones diferentes, somos el país que tiene más técnicos de futbol y especialistas en política, sabemos de todo, ésta característica propia es muy buena diría yo, porque permite colocar en la balanza todo, por ello Uruguay hizo una huelga general para oponerse al golpe de estado y lucho no dándole tregua un solo día de su repudiable existencia, gracias a este mismo pueblo tenemos empresas públicas, quienes estamos fuera valoramos mucho esto, porque sufrimos a diario los embates de las empresas privadas en países que han privatizado todo, éste es el mismo pueblo que no permitió la flexibilización laboral, sistema que se aplica en muchos estados, que construyó un ejemplo para el mundo como es el PIT-CNT, una legislación laboral y protección a los trabajadores que existe en muy pocos países, estamos hablando del mismo pueblo, nuestra gente que no se deja llevar de las narices, que piensa y actúa.

Me siento orgulloso de nuestro pueblo, a poco de visualizar estas características, junto a otras que no nombrare por tema de espacio. Dando una mirada general, conociendo la influencia de los grandes medios de comunicación en manos de los poderosos, haber sacado el 48,16 % de los votos emitidos y el 49,58 % de los votos válidos, haber obtenido mayorías parlamentarias, el crecimiento en el interior del país, es la reafirmación de que el FA es la fuerza política de mayor influencia en Uruguay y quien desea el pueblo que gobierne, a su vez es un llamado de atención, por las pocas cosas que se hicieron mal o no hicieron, obliga a dialogar, a tener una estrategia de comunicación activa y a revisar la aplicación de algunas líneas de gobierno. Esto no está para nada mal, en ésta elección no se han perdido votos, se han ganado frenteamplistas, por consiguiente se ganaron adeptos a un programa de izquierda para consolidar la tendencia histórica de crecimiento del frente y avanzar en las transformaciones que el Uruguay necesita y que el pueblo reclama.

Lamentablemente hemos cometido un error en colocar los plebiscitos junto a las elecciones, pensamos que éstos eran lo mismo que el del agua y no son lo mismo, la impronta nacional es tener en manos del Estado los servicios esenciales, es un sentimiento nacional, no tiene discusión porque está en nuestro genes, al igual que la rebeldía heredada de los Charrúas, la Escuela Vareliana, la entrega y compromiso de Artigas, son parte de la educación que recibimos, insertos en nuestro imaginario. Ante una elección donde se enfrentan 2 modelos de país, es obvio que se haya priorizado este escenario de debate, en realidad era prioritario para el futuro del Uruguay y su gente, es así que el debate sobre los plebiscitos quedo relegado al esfuerzo de un reducido grupo de militantes, otro aspecto es analizar en la interna quien o quienes los impulsaron y quienes no, pero esto será tema del futuro, ahora hay que ganar en segunda vuelta para continuar aplicando el programa del FA.

Sobre la anulación de la Ley de Impunidad no me animo a aseverar que el pueblo uruguayo no quiera justicia, si este plebiscito se hubiese desarrollado al margen de las elecciones, no se habría politizado y el punto de análisis sería otro, el que corresponde a buscar en la historia de nuestro prócer y a impedir futuras pretensiones golpistas, no tengamos duda que se anularía la vergonzosa Ley de Impunidad, que aparte de ser un flagelo nacional es profundamente insolidaria. Pueden haber incidido diversos factores: la Sentencia de inconstitucionalidad de la Ley, los años transcurridos, la falta de información de las nuevas generaciones, el tardío apoyo del FA o de algunas fuerzas del FA a la campaña por la recolección de firmas. En política los mensajes son absolutos o relativos y la gente los percibe con claridad. Lo cierto es que existe la sentencia, tratados y convenio que Uruguay ha firmado, la justicia llegará por estás vías.

Sobre el voto desde el exterior, votación ésta que ha llenado de tristeza a los uruguayos que habitamos fuera de fronteras, mucho podemos decir. Es altamente sospechoso que las encuestadoras hayan errado tan lejos, si utilizan el mismo procedimiento para todo, no se puede acertar (puntos más, puntos menos) en unos y fallar estrepitosamente en otro, como jugaron éstas se verá más adelante, lo real es que crearon una cortina de humo perniciosa para la aprobación de la modificación constitucional. Otro aspecto de mayor relevancia fue que quienes estábamos involucrados en el tema no hicimos la tarea, dejamos en manos de un grupo de comprometidos/as militantes en Uruguay algo que era nuestra responsabilidad, en esto me hago la autocrítica personal, que todos quienes estamos fuera deberíamos hacernos.

Debemos analizar si solo no lo organizamos o si la necesidad del voto desde el exterior no ha sido asumida por nosotros mismos, considero que ambos aspectos se conjuntaron macabramente para hacer fracasar esta iniciativa que debe asumirse como necesidad y derecho, no como privilegio. Volviendo al imaginario colectivo que incide en la toma de decisiones, desde 1950 nos hemos imbuido de la frase de bronca del querido Obdulio Varela, que se rebeló ante quienes daban por perdida la final con Brasil, “los de afuera son de palo”, continúa presente en la composición de lugar del pueblo uruguayo, este tipo de mensajes subliminales no pueden pasarse por alto, y se demostró que al pueblo uruguayo no se lo lleva de las narices, o se le explica y hace entender la importancia de algo, se le brinda la posibilidad de debatirlo, o no lo apoya, en definitiva y sin malicia hemos subestimado la capacidad de análisis del pueblo uruguayo.

Ahora queda reemprender el camino desde fuera hacia dentro del país, manteniendo la estructura existente para impulsar el voto desde el exterior sin especificidad de sistema, la Comisión Nacional debe ser integrada por representantes del exterior también, que se comprometan a trabajar en el tema. Debemos organizar un gran movimiento que articule iniciativas, actividades, debates, mesas redondas, publicaciones, dentro y fuera del país, acciones que convoquen a la gente para trabajar en la tarea de convencer a partir del análisis a sus amigos, familiares y que estos sean difusores y militantes por el VOTO DESDE EL EXTERIOR. Bajo la premisa del derecho y la necesidad histórica, que todos los uruguayos tengamos igualdad de derechos y deberes contemplando las diversas realidades, que nuestro pueblo asuma la iniciativa de incluirnos, no de expulsarnos, como lo han hecho los gobiernos a partir de políticas económicas o terroristas excluyentes, como forma de descomprimir la lucha. Que en Uruguay se conozca nuestra intención de ser parte del proceso convergente de pueblo hacia una sociedad más justa y solidaria, con sitio para todos/as y posibilidades para el conjunto de la sociedad.

Rómulo Correa Moreno
28/10/2009