En esta entrada, reproduzco mi comentario en la página
Web donde se publica el documento: “En defensa del sistema público de pensiones” (que recomiendo su lectura), y adiciono un conjunto de reflexiones y propuestas relacionadas
con el mismo.
En dicho comentario manifiesto mi absoluto acuerdo con
los conceptos allí vertidos, así como las alternativas esbozadas. Me parece un
análisis excelente de la realidad del sistema de la Seguridad Social, los
medios de financiación y el anacronismo fiscal, que oprime cada día más a los
trabajadores. Sin dudas la promoción de los fondos de pensión, se sustancia en
el Neoliberalismo que propugna la eliminación del estado en cualquier
transacción de producto (las pensiones, son consideradas un producto monetario,
para ellos).
En las últimas semanas he tenido la desdeñable oportunidad
de visitar portales en busca de trabajo. Procurando un sitio donde ofrecer mí fuerza
de trabajo (como comercial), me llamo poderosamente la atención la campaña
masiva de las aseguradoras, solicitando comerciales en vistas a abrir oficinas
en diversas localidades. Rápidamente asocié la reforma de las pensiones, con el
hecho de que estas empresas se posicionen en el mercado, para captar los
posibles compradores de sus seguros, afilándose las garras, como auténticos
mercaderes y aves de rapiña que son.
Continúo sobre el documento. Esta, vuestra afirmación
creo que es el quid del debate: "De
la productividad, pues a medida que aumenta (como viene sucediendo en los
últimos años), se puede obtener más producto e ingresos para financiar las
pensiones incluso con menos empleados". Según los datos publicados
por (Publico 10/09/13), entre 2008 y 2012 las rentas del trabajo han perdido un
3,5 % y en lo que va del actual un 4,5 %; a la vez expone dicho medio: "Las rentas del capital, sin
embargo, han corrido mejor suerte, sobre todo a partir de 2010, al apuntarse
crecimientos significativos del 5,1% y del 2,3% en los dos años siguientes” la
productividad ha crecido" (Público 10/09/13, Los asalariados
llevan perdidos casi 60.000 millones por la crisis).
Si nos atenemos a las clausulas de productividad de los
convenios colectivos y al reclamo persistente del empresariado; entonces debemos reclamar que parte de dicho
incremento de ganancias -productividad, es decir mayor producción por hora de
trabajo-, sea destine a la financiación
de las pensiones, de quienes han producido tal incremento de la tasa de
beneficio. Sin dudas la lucha de clases se expresa en dicho reclamo, de allí el
valor ideológico de este vuestro manifiesto.
El trabajo publicado es una herramienta de debate,
asimilación y lucha, con un extraordinario valor catalizador de voluntades
diversas; que perdería su atributo, de circunscribirse exclusivamente al ámbito
parlamentario. Si nos atenemos a la actual correlación de fuerzas y las prácticas corruptas del PP, convendremos
con Alberto Garzón (según publica andaluces.es 03/09/13), en que: “El Parlamento está secuestrado por el
poder económico, es un teatro de sombras”
He firmado con gusto. Como manifiesta otro comentarista,
llevar la recolección de firmas al pueblo, entiendo es el paso subsiguiente (si
no queremos que se transforme, solo en buenas intensiones), -que por cierto
descarto en el propósito de los compañeros que elaboraron el presente
documento-. Sin embargo discrepo en que se deba efectuar dicha recolección a
través de alguna plataforma virtual.
La gravedad de las políticas del Gobierno, en este y
otros temas, hace indispensable la constitución de una Plataforma activa que
promueva dicha recolección de firmas, enmarcada en la movilización de activos y
pensionistas. Tal cohesión de voluntades puede surgir de las mismas Asociación
de Vecinos y otras organizaciones sensibilizadas por el tema. De más está decir
que los Sindicatos serían actores sustantivos (pero no determinantes), si
deseamos que la mentada acción consiga aglutinar a sectores muy amplios de la
sociedad.
Asimismo, no desconozco que el mentado instrumento,
encontrará resistencias anacrónicas, no solamente del Gobierno, patronales y
sistema financiero. Es factible encontrar adversarios entre quienes, también han
mantenido el Pacto de Toledo y defienden al punto de votar en su seno, parte de
las medidas impugnadas por el primero. Los cambios sociales trascendentes, no
se encuentran exentos de controversias y antagonistas, que a priori no se divisaban
en el campo de batalla. Será necesaria la docencia sobre el tema, para hacer
notar que la propuesta es abarcadora, al punto de incluir en ella a importantes
sectores de pequeños y medianos empresarios.
El tema que nos ocupa adquiere tal relevancia, he
incidencia a tenor de la dignidad de los actuales y futuros pensionistas, así
como la supervivencia de los mismos. En consecuencia la difusión de éste
documento, obliga a jerarquizar su significado, tanto ideológico como político;
como fermento de sensibilidades diversas, toda vez que incita transversalmente
a amplias mayorías de pueblo, que directa o indirectamente se ven atacadas por
la deriva Neoliberal en la materia.
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